MEDIACIÓN FAMILIAR DE HERENCIAS

CONFLICTOS DERIVADOS POR HERENCIAS (PARTE 1)

Seguramente, todos conocemos a alguien que tiene, o ha tenido, problemas familiares en el momento del reparto de la herencia. Estos problemas los podemos solucionar gracias a la mediación y evitar llegar a los juzgados.

¿Y qué es la mediación?

Para el autor Moore “La mediación es la intervención en una disputa o negociación de un tercero aceptable, imparcial y neutral que carece de un poder autorizado de decisión para ayudar a las partes en disputa a alcanzar voluntariamente un arreglo mutuamente aceptable”.  Es decir, el mediador NO es la persona encargada de tomar una decisión, como lo sería un Juez, sino que a través de una serie de herramientas, éste abre una vía de comunicación entre las partes (pueden ser dos o más persona afectadas), de manera a que consigan una solución válida para todos.

Ventajas de la mediación.

Las herencias se engloban en materia de mediación familiar, puesto que la mayoría de las partes implicadas en una herencia tienen vínculos familiares o son personas bastante cercanas. En caso de desavenencias, la solución más larga y más costosa es resolverlo por vía judicial. Sin embargo, desde hace unos años, la mediación se ha implantado con numerosas ventajas:

– Menor coste en comparación con el proceso judicial.

-Neutralidad del mediador: la tercera persona implicada no tiene ningún tipo de implicación ni personal ni profesional con las partes, ni tampoco deberá realizar juicios de valor, puesto que debe ser imparcial.

-Mayor celeridad: las sesiones de mediación suelen ser entre tres y siete, mientras que el proceso judicial puede durar años.

-Carácter confidencial: la información adquirida en las sesiones no podrá ser divulgada, incluso delante de un juez, salvo caso de fuerza mayor en lo respectivo a los delitos (abusos sexuales a un menor, etc).

-Proceso voluntario: No hay obligatoriedad en asistir. Se entiende que, al no ser obligatorio, las partes pondrán de su parte para resolver las diferencias.

-El acuerdo no es obligatorio: las partes pueden llegar o no a una resolución del conflicto. El mediador nunca debe obligar a las partes a hacerlo, ya que únicamente debe encargarse de los mecanismos para establecer una buena vía de comunicación.

En definitiva, nos encontramos con una herramienta muy útil que un proceso que puede ayudar a resolver las desavenencias creadas por una herencia., ahorrándonos tiempo y quebraderos de cabeza.

En el siguiente artículo, aprenderemos los pasos a seguir para realizar una mediación.

 

 

Edna Patricia Moreira Martins